En Some Economies, Alejandro Sánchez Suárez se fija en la posibilidad de que las cosas no salgan bien. El artista emplea diferentes medios plásticos como la instalación, la pintura y el objeto para plantear un paralelo entre los contenedores y la humanidad. Los contenedores, como la humanidad, recorren un camino que, en algunos casos, los puede dejar a la deriva. Es, precisamente, al representar barcos de carga en medio del océano, volcándose, hundiéndose y quemándose, que se muestra la dificultad de establecer una relación con el mundo.
AquÃ, los contenedores se presentan como elementos con la intención de abordar con ironÃa los posibles contenidos de un buque de carga; containers que cargan fragmentos de mar y barcos completos, containers que sobrepasan su carga y terminan siendo contenidos, o containers que desplazan el territorio.
Esta reflexión en torno a la comercialización de la tierra se refuerza en las pinturas en las que Alejandro Sánchez toma como referencia algunas imágenes de la cordillera de Los Andes y les realiza una marca de agua con códigos IC, utilizados comúnmente en la industria de transporte de carga para distinguir el paÃs de donde provienen los contenedores. En medio de ese juego existe lo que se no se ve: los números IC indican a quién le pertenece lo que a primera vista es sólo un paisaje y, por lo mismo, quién es el responsable de comercializar los recursos naturales que allà se extraen.
